Parece que la vela fue tomada relativamente tarde para la iluminación del hogar. La descripción escrita más antigua aparece en la época romana del s. I d.C. Este nuevo invento es considerado una obra maestra. Hecha de sebo, un extracto animal sólido casi incoloro e insípido o grasa animal. Estas desprendían un humo negro muy poco atractivo y un olor bastante desagradable. Las velas también eran comestibles y hay muchas historias de soldados que, acosados por el hambre, devoraban sus raciones de velas sin dudarlo.

Se dice que las primeras velas fueron desarrolladas por los antiguos egipcios, que llevaban velas " Junco " o antorchas de cañas en la que empapaban el sebo derretido para iluminarse, sin embargo fueron los romanos los que mejoraron el uso de las velas en hogares y lugares de culto para tener luz.

Al igual que los egipcios , los romanos utilizaron el sebo de ganado ovino y vacuno como ingrediente principal .

Incluso las velas fabricadas con el sebo más caro requerían que cada media hora , el extremo carbonizado de la mecha fuera retirado sin apagar la llama . Una vela que no fuera sometida a esta operación sólo se aprovechaba una pequeña parte de su capacidad, la llama quedaba muy pequeña y el punto de fusión del sebo restante era muy rápido. Una vela que no fuera sometida a este proceso y se dejara consumir por sí sola,  consumía sólo el 5 por ciento de sebo y el resto quedaba sin consumir. Un castillo, en el que cientos de velas eran quemadas semanalmente , requerían un equipo de funcionarios responsables únicamente de dicha actividad .

Esta difícil tarea empieza a desaparecer en el siglo XVII, cuando se extendió el uso de velas de cera de abeja , cuya combustión era casi total. Esto marcó el progreso de la fabricación de velas. No producían llama humeante, ni emitían un acre olor al quemarse y quemaban sin dejar humo ni olor desagradable, al contrario, desprendían un suave olor a miel. La cera de abeja era tres veces más cara que el sebo, pero hizo que las velas ardieran con una llama más viva y sin la manipulación anterior. Era un material muy costoso (hoy en día sigue siéndolo) que podía ser aquirido solo por los clérigos y la minoría rica.

La Iglesia Católica ya había tomado el lujo de velas de cera de abeja  y la gente rica las utilizaba en las grandes ocasiones . Los datos obtenidos relativos a una de las grandes mansiones en Reino Unido nos muestran que durante el invierno de 1765, sus habitantes consumían más de cien libras de velas de cera de abeja en un mes.

Las primeras mujeres en América, en la época colonial, hacían velas con bayas del laurel, se obtenía una cera de olor dulce que al arder no producía humo, pero obtener este extracto era tedioso y disminuyó su uso.

El crecimiento de la Industria de las Ballenas, en el siglo XVIII, trajo el primer cambio en la fabricación de velas desde la Edad Media, la espermacetis, una cera obtenida por la cristalización del esperma de las ballenas, no producía un olor repugnante cuando se quemaba, además esta cera es más dura que el sebo y que la cera de abejas, las velas elaboradas con espermacetis no se doblaban con el calor del verano.

Durante el siglo XIX ocurrieron los mayores progresos, el inventor Joseph Morgan, fabrica una máquina para la producción continua de velas, que expulsaba las velas al estar sólidas.

En la mitad del siglo XIX, el desarrollo de la estearina como compuesto químico , producido originalmente de grasa ( animal y vegetal ) refinada produjo grandes cambios en el arte de la fabricación de velas, con una mayor duración de estas, mayor dureza y  mejora de colores que se volvieron más opacos y sobretodo sin olores desagradables. 

Otro avance, ocurrió en 1850 con la producción de cera de parafina, obtenida del petróleo por destilación de los residuos. La cera blanca obtenida ardía limpiamente y sin malos olores. La mayor importancia era su costo, la cera de parafina era más económica de producir.

En la actualidad la producción de velas es muy variada en cuanto a la materia prima utilizada, aunque la realidad es que el 90% de velas que se fabrican en la actualidad son de parafina. Aunque más adelante hablaremos de ello en nuestro blog, si que nos gustaría señalar que el hecho de fabricar una vela con parafina no significa que esta sea tóxica. Es importante saber diferenciar las distintas clases de materiales con el que se hacen las velas. En el mercado hoy en día se puede encontrar velas de muy mala calidad, cuya duración es mínima, hacen humo y desprenden malos olores. La forma de poderlas diferenciar es el precio, el peso y la opacidad de las velas. Aunque si bien es cierto que la parafina es la materia prima más económica con la que se puede fabricar una vela, si es una parafina de calidad y 100% refinada, la vela no resulta barata. Muchas de las velas económicas que hay hoy en día en el mercado, pueden llegar a parecerse bastante a las fabricadas en sus orígenes con sebo.

 

 

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